viernes, 27 de abril de 2012

Juan Carlos 0, elefante 1

Bien amigos. No voy a contaros de nuevo lo que todos sabemos ya. Nuestro querido monarca, más conocido como "Campechano I", Juan Carlos, el amigo de los niños, se nos ha roto una cadera. ¿Que a tu abuela le pasó lo mismo? Vale. Pero fijo que no sería cazando en Botswana. ¿Y dónde narices queda eso? Vaya usted a saber, pero debe de estar lejos de cojones cuando se estima que el viaje, más la licencia para cazar este tipo de animales (los más caros), ronda los 40.000 €. Vamos, nada que un rey como el nuestro no se pueda permitir.




Decir que este incidente ha desatado la polémica no es decir novedades. Os aconsejo que pongáis en Google algo tan simple como "Rey", "España", "caza". Vais a ver.
Tampoco sé qué opináis de la caza. Por supuesto yo tengo mi opinión, y muy clarita, sobre el tema. Pero no quiero ponerme petarda porque no es ésa la cuestión que quisiera tratar en este post. Sino más bien estudiar un poco el porqué de todo el revuelo que ha provocado algo que, a todas luces, no debería extrañarnos tanto. 


Ya conocíamos algo sobre estas actividades del rey cuando se filtró alguna noticia relacionada con un pobre oso ruso que podría haber sido abatido porque hubiera sido emborrachado previamente. Dejo las reflexiones para vosotros, que a mí me da la risa (es un decir). En realidad, aparte del que estaba más pedo que Alfredo, parece que el Rey presuntamente se cargó nada menos que 9 osos en total. ¡Nueve osos! ¡En una batida! ¿Pero qué tiene este hombre contra los pobres bichos?




Por otro lado, y como segundo motivo por el que no tendríamos que habernos quedado como una liebre a quien le dan las largas, es que todos conocemos las andanzas del Rey cuando se trata de sus inquietudes más lúdicas: navegar, las motos, comer bien. Todos hemos escuchado eso de "a tal sitio viene a comer el Rey". Es decir, que podemos dar datos concretos sobre este tipo de actividades, pero si se trata de sus obligaciones laborales, ¿qué sabemos de lo que hace? Esas imágenes donde le vemos firmar papeles en su despacho, todo concentrado leyéndose las leyes de pé a pá para no firmar donde no es... ¡parece todo de cartón piedra! Sólo sabemos decir al respecto lo de "es que en el 23F tuvo un papel importantísimo". Seguro que sí, yo no estaba. ¿Pero justifica eso que debamos mantener semejante tren de vida y el de toda su familia?


El caso es que todo lo ocurrido nos ha llevado a todos a una serie de reflexiones que (¡oh! ¡sorpresa en los telediarios!) parece ser hay quien no se había hecho nunca hasta ahora. Y voy a citar algunos de los artículos que he podido leer estos días.
¿Es Letizia la profesional de la Casa Real? ¿Debe renunciar la Corona a algunos de sus privilegios? ¿Se ha planteado alguien que quizá es hora de pensar en abdicar


Y otra cosa os digo: si pensáis que el Príncipe Felipe no va a seguir los pasos de su padre escondiéndose del populacho para, cuando nos dice una cosa, hacer la otra, es que no sabéis que cuando contrajo matrimonio supuestamente su despedida de solteros fue anulada como muestra de luto  por el atentado del 11-M. Sin embargo, y secretamente, se fueron a las Antillas, y después de cierto revuelo, se nos dijo que aquel viaje tan caro (igual que en este caso de Botswana), fue aparentemente pagado por un amigo con quien hacían negocios por el bien del país. El caso es que "de anularla, nasti, que ya tenemos la depilación hecha", digo yo que pensarían los novios.


Según todos los indicios la monarquía española "ha entrado en barrena" (cita literal del artículo de El Confidencial que recomiendo leáis, si no lo habéis hecho).


Lo peor de todo es que al final, como casi siempre que ha surgido el tema, los que cortan el bacalao se ocupan de desestimar cualquier tipo de intención de cuestionar todo este tinglao de la Corona poniendo cara de pócker y pulsando el botón rojo. Podréis entender de qué hablo leyendo este otro artículo.


Manifestación republicana del día 21 de Abril en Madrid. 
Podían leerse carteles como "La República es buena hasta para los elefantes"
"Urdangarín, a currar al Burger King".


Mis conclusiones son varias:
1. No se puede juzgar a alguien porque cace, o tenga otro tipo de afición que no podamos entender.
2. Dicho esto, que el Rey cace o no nos debería dar lo mismo, siempre y cuando no juegue a dobles haciendo cosas como apadrinar osos panda o presidir honoríficamente (ya estamos con el honor) una asociación pro derechos de los animales. ¿Qué pasa? ¿Será que él mismo sabe que no debe hacer público su gusto por la caza mayor? ¿Y que, sin embargo, hacerse fotos con Chu-Lin está muy bien visto? Uyuyuyuy... cómo huele esto a manipulación de la opinión públicaaaaa. ¡Pero si a él no hay que votarle! ¿no?....
3. El Rey firma leyes. Aparentemente es una de sus funciones principales. Qué cansado ¿no? En fin, el caso es que si ni siquiera para eso hace falta su presencia, ¿por qué le pagamos un sueldo? 
4. Cuando sabemos por los medios que el Rey no ha acudido a un acto u otro, y lo suponemos, por tanto, en su despacho de atrezzo firmando leyes (o lo que sea que firme), resulta que posiblemente se encuentre en algún lugar del globo cazando, o dedicándose a vete tú a saber qué otros hobbies/ actividades lúdicas. 
5. Y otra cosilla que me da a mí por pensar es (y esto es una reflexión absolutamente personal)... que a pesar de todo lo que les aporta la monarquía a la Familia Real, - económicamente y a nivel de relevancia política -, me da a mí que con toda probabilidad, esta Familia no vive exclusivamente de ejercer sus cargos. Amén de sus emolumentos (llamarlo a esto nómina sería de coña), matenimiento de sus residencias, vestuario, personal, seguridad, etc. sospecho  que lo que de verdad merece la pena aquí, la tajada más gorda de todo esto, se la llevan estableciendo relaciones pero que muy beneficiosas para sus intereses personales. Y si no es así, ¿qué hacían el mismísimo Rey y la Infanta Cristina intercediendo para que el yernísimo consiguiera colocar sus negocietes en cualquier empresa, pública o privada?


En resumidas cuentas: lo que yo digo es que personalmente no estoy dispuesta a que me vendan más esta moto. Quiero decir que si es cierto que las obligaciones del Rey son tantas que compensan el gasto, entonces estupendo. Pero aparentemente esto no parece ser así, y no obstante por todos lados se empeñan en convencernos de lo contrario. i es tan necesario: ¿por qué ese empeño en justificarnos cuánto trabaja por este país?! ¿Alguien lo entiende? ¿Es o no es mosqueante? ¿Nos irá de verdad mejor con la República? ¿Y si al final resulta que no hubiera diferencias? ¿Pero quéee invento es ésteeeee?


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5 comentarios:

  1. No puedo entender cómo después de saberse todo esto, aún estamos manteniendo a esta pandilla. Por cierto, hija, anda que no se tarda uno en leer tus post, con tanto link. Menuda labor de documentación la tuya.

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    1. ¡Desde luego! Todo bien documentado y con su correspondiente enlace, no vayan luego a decirme que de dónde saco semejantes majader... digo datos, ¡datos! :)

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  2. Sabía algunos de los datos que das, pero otros no. Lo de la despedida de los príncipes me parece de lo más falso. Aunque coincido contigo: no sé de qué nos sorprendemos. ¡¡República YA!!

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  3. Tanto monta, monta tanto... La república como la monarquía... El problema es la especie.

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  4. Pues va a ser que sí, amigo. Pero qué decepción no poder llegar nunca a ese "algo mejor".

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