lunes, 12 de diciembre de 2011

Las revoluciones que vendrán

En realidad el título me ha salido demasiado rotundo, porque nadie sabe lo que vendrá, ni cuándo vendrá, ni de qué manera. Quizá debiera haber sido "¿cuáles son las revoluciones que vendrán?" O mejor, "¿vendrán en este siglo XXI?" No es que yo quiera ninguna revuelta sangrienta, válgame Dios, y menos después de lo que estamos viendo en Siria, con decenas de muertos casi a diario. Pero venir, vendrán. O están llegando. Me refiero a que las sociedades no son entes inamovibles, estáticos, solamente porque nosotros, que nos mantenemos en este mundo, digamos una media de 75 años (y eso en el Primer Mundo, pero no me quiero meter en otras harinas), no percibimos sus movimientos. La historia es algo que nos precede pero también que está ahí para indicarnos qué podría ser lo próximo. Menuda paradoja para ser el primer párrafo, ¿eh?

Las sociedades evolucionan. También involucionan. Que se lo digan a los griegos de Pericles, o a los aztecas de Moctezuma. No siempre vamos hacia delante, pero que nos movemos, eso es seguro. Lo que quiero decir con todo esto es que parece que, según algunos entendidos, nos podríamos encontrar en una etapa pre-revuelta, que no quiero decir tanto como pre-revolucionaria. Los indicadores están ahí: está claro que estamos viviendo cierta calma tensa que podría derivar, dentro de 5, 10, 100 años en quién sabe qué. El pueblo se mueve. En casi todo el mundo. No es de extrañar que después de conocer caso tras caso de contínuos abusos de poder (y éste es otro de los indicadores presentes en nuestra época), haya quien "se tire al monte" y decida que ya está bien. Lo de tirarse al monte es algo que ya han hecho algunos (tercer indicador, no perderse).

Voy a citar solamente algunos de los casos más sonados, pero ¿quién no conoce la Primavera árabe a estas alturas del partido? Solamente son 2 palabras (bien poéticas, además), pero que atañen a una cantidad considerable de países como Egipto, Túnez, Yemen, Arabia Saudí o la ya citada Siria. Qué podemos decir que lo que acaba de ocurrir en Rusia esta misma semana, cansados de la manipulación de un gobierno "adherido" al poder. Otro ejemplo: el movimiento 15M, algo que surgió de manera espontánea y que actualmente mueve a miles de personas de diferentes países de Europa y que tiene una vertiente made in USA con las acampadas de Wall Street. Por cierto, que hay quien afirma que no tienen relación alguna: parece ser que los acampados yankees no sabían de la acampada de Sol y los periodistas norteamericanos lo relacionaban más con la Primavera árabe que hemos comentado. ¿No tenéis la sensación de que, muy despacio, y sin alterar nuestro día a día, algo se está moviendo? No pensemos que porque seguimos yendo a trabajar y porque Unión Fenosa nos sigue cobrando los recibos no esté pasando nada. La Revolución Francesa fue un proceso que duró al rededor de 4 años. Nadie asalta un palacio y decapita a Rey, Iglesia y nobleza, y crea un nuevo Estado de Derecho el mismo día. Es muy cansado.

Porque, ¿qué pueden hacer millones de personas en el mundo cuando lo han perdido todo? ¿Alguien se puede imaginar lo que debe ser estar en la calle sin trabajo, ni ingresos, ni casa, y sólo deudas? ¿Volveríais alguna vez a tener una vida normal, aunque lo recuperáseis todo al día siguiente? En mi opinión, que nadie diga que no lo está viendo: no hay peor ciego que el que no quiere ver. Y venir, vendrán. Ahora bien, ¿será lo que estamos viviendo el detonante o esto se quedará en pólvora mojada? ¿Serán otros ojos los que lo vean? ¿Cuánto de sostenible es esta situación? ¿Nos acostumbraremos a ella y tiraremos p'alante? Es más, ¿y si realmente llegara a darse el caso, pero al final siguiéramos como estamos? ¿Alguien recuerda a Espartaco? Pues no es sólo una peli, fue una historia real.

La gallina de piel, se me pone de pensarlo...

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Biblioteca Nacional

Este post va a estar dedicado a la Biblioteca Nacional (¡olé!), en su tercer centenario. Un organismo que no por nombrado sigue siendo para muchos ciertamente desconocido. En realidad desde hace unos años viene siguiendo una política de accesibilidad al gran público que hay que aplaudir, pero que no es la que le ha caracterizado siempre.
Hasta hace bien poco, ha sido una institución conocida casi exclusivamente por investigadores y estudiosos, no porque el gran público no quisiera acercarse un poco más a ella, sino porque su política de acceso ha sido bastante restrictiva, con la lógica excepción de su maravillosa sala de lectura, de la que adjunto una foto de principios de siglo (me chiflan las fotos antiguas, y lo bueno de eso es que según van pasando los años hay mayores probablidades de ir apareciendo en algunas de ellas, jejeje)


Algunos datos curiosos sobre la Biblioteca Nacional:
1. Es una de las más antiguas del mundo, considerada por la ALA (pedazo de American Library Association) como de "1ª generación" dentro de las B. Nacionales del mundo por el origen y antigüedad de su colección primigenia.
2. Tenemos que agradecer su creación a Felipe V, el primer Borbón reinante en España. Precisamente su origen data del S.XVIII (recordemos La Ilustración) como Biblioteca Real.

3. El primer bibliotecario mayor fue precisamente el confesor del rey.
4. Su primera sede se encontraba en un pasadizo (que puede visitarse aún hoy) entre el Real Alcázar (actual Palacio Real) y el convento de la Encarnación.
5. Los bibliotecarios, reconocidos como "criados de la casa real", debían conocer el latín, griego, hebreo y árabe, Historia, Arqueología, Teología así como conocimientos jurídicos. (¡No quiero ni imaginarme esas oposiciones!)
6. No pasó a ser una institución pública hasta el S.XIX
7. Reune, a través de la recopilación del Depósito Legal, todas las publicaciones documentales que se registran en España, de absolutamente todo tipo de materiales.
8. Guarda algunos tesoros como el Poema del Mío Cid (S.XIII) o la primera Gramática del castellano (S.XV)
9. La actual sede (ha tenido varias durante estos tres siglos) ha sido testigo de numerosísimos capítulos pertenecientes a la historia de la ciudad, como la construcción de la Gran Vía o este desfile de la Falange.


Recomiendo a todos ver el reportaje de Informe Semanal del pasado sábado (26 Nov. 2011)

lunes, 21 de noviembre de 2011

Amanece que no es poco (o ser votante en España )

No sé qué pensar de estas elecciones. La verdad es que desde un principio me resistía a opinar sobre esta campaña (incluyendo los debates televisivos) y no dar demasiado la chapa con el tema, pero al final me he rendido porque he visto con sorpresa como al final NO VA A CAMBIAR NADA.
Eh, pero que no me rindo a la hora de soñar con otra política en este país, que vaya esto por delante. Pero es que no puedo evitar pensar qué le pasa a gran parte de los votantes españoles cuando llega un día como el de ayer. Porque desde que tengo uso de razón hemos pasado de ser gobernados por unos o por otros, punto y final. Esto nos lleva a un balanceo eterno del que servidora se confiesa terriblemente aburrida. ¿Es que no hay otras opciones para nosotros, los españoles? ¿Por qué nosotros mismos lo queremos así? No es éste el pulso yo que percibo en la calle. Sin embargo al final veo que, en gran medida somos un pueblo que no duda en darle mayoría absoluta a un partido y cuando se tercia, hacerlo con el opuesto. ¿Es que no tenemos ideales? ¿Votamos sólo por castigar al partido que habíamos votado hacía 4 años? ¿Es porque vamos a votar con la convicción de que será, por siempre jamás, a uno u a otro?

Todo esto me lleva a pensar que, efectivamente, muchísimos de nosotros acudimos a las urnas sin ideología ninguna. Podemos pasar de la derecha a la izquierda de una legislatura a la otra llanamente porque las cosas no fueron como nosotros pensábamos o no nos fue bien. Y me parece una razón legítima. 

No quiero disculpar a ningún partido con esto. De hecho, no soy votante ni de PSOE ni de PP, creo que nunca lo seré, no los he votado nunca y no lo haré ahora. Pero es que saco dos conclusiones de esto, y las dos son un tanto inquietantes...

1.) Lo único positivo saco de esta lectura de los "votantes sin ideales" es que al menos no nos dejamos convencer por aquello de mi partido es el mejor y siempre los votaré, hagan lo que hagan.
2.) ¿O será en realidad que en España somos el único país de verdad de centro? Eso nos permitiría pasar del centro-derecha al centro-izquierda (que es lo que tenemos, no nos engañemos) y no despeinarnos por el camino. Pero todos sabemos que esto no es verdad. El centro no existe, son los padres.

Se estiman en unos 19 millones de españoles aquellos que votan otros partidos minoritarios, o bien que se absienten llegadas las elecciones. En realidad, si estas personas se pusieran de acuerdo, darían mayoría absoluta al partido elegido. ¿Alguien sabe si en España hay alguna representación del partido que gobierna en Noruega, objetivamente uno de los más socialmente adelantados del mundo? Lo votamos los 19 millones y a lo mejor aprendemos algo. Incluso podrían llegar a crear el colapso de la democracia si decidieran votar en blanco. ¿Conocéis el Ensayo sobre la Lucidez de Saramago?

Votamos, al menos. Si no te conformas con eso estás perdido.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Una cuestión personal (Kenzaburo Oé)

Hoy voy a hablar de un libro que a nadie puede dejar indiferente. La historia que cuenta consigue crear en el lector, según vamos avanzando en la narración, una intranquilidad y una desazón que no terminan hasta que no conocemos el final. Porque a este personaje no se le llega a querer, como a tantos otros protagonistas; muchos especialmente, de hecho, creados para ser admirados, bellos y siempre ganadores, como suele ser taaaaaan habitual en muchas novelas. Pero a Bird tampoco lo podemos odiar, y hasta lo comprendemos a veces. También llega a darnos pena. Su "odisea" comienza cuando su monótona e insatisfactoria vida se ve interrumpida cuando su esposa da a luz a un bebé con una terrible malformación.

Cuando lo leí no sabía quién era el Señor Oé (no me digáis en que en castellano no es un apellido cojonudo, y más con el "señor" delante). El caso es que el Sr. Oé (ya voy a llamarle así por siempre jamás) es premio Nobel 1994 y a pesar de sus orígenes japoneses, se caracteriza precisamente por su estilo personal y alejado de lo que podría considerarse literatura oriental. Parece que su escritura está intensamente influenciada por su formación en literatura occidental. Sin embargo, y en mi humilde opinión - para nada especializada, no nos vamos a engañar- son inevitables ciertos tintes japos que encuentro en esta novela: esos ambientes opresivos, las descripciones originales y preciosas del entorno, que en este caso son lugares urbanos y totalmente decadentes o sucios.

La acción transcurre solamente en tres días, lo que implica un ritmo rápido y una sucesión de situaciones que se van sobreponiendo y que nos van sorprendiendo cada vez un poquito más. Pero sin llegar a ser frenéticos, lo que hace que podamos ir digiriendo lo que ocurre y por qué el personaje hace y piensa las cosas que hace y piensa.

He leído que Henry Miller (http://es.wikipedia.org/wiki/Henry_Miller) designó al Sr. Oé (lo he vuelto a hacer) como continuador nada menos que de Dostoievski (http://es.wikipedia.org/wiki/Dostoievski), supongo que por la fascinación y el trato que da Oé a la humillación, la vergüenza, la fatalidad. Tentador, ¿no? ;)) ¡Hala, a disfrutar!

Chicos de mi juventud

Hoy quiero hablaros de lo que fueron mis héroes (masculinos, claro, ¡acabáramos!) de juventud. Aquellos chicos por los que yo suspiraba en plena efervescencia grunge: esto quiere decir que muchos de ellos, a pesar de ser guapos, tenían algo de pinta de guarretes, ¡lo que viene siendo la moda, amigos!

Algunos son de sobra conocidos, otros no tanto. Pero tienen en común algunas cosas que voy a intentar diseccionar aquí y ahora, a quince años vista... No puedo evitar el tópico comentario de : ¡¡cómo pasa el tiempo, oyes!!
1. Todos eran mayores que yo.
No sé, pensaría yo en mi ingenuidad que igual les parecía una lolita apetecible y aquello me daba algún punto (¿?)
2. A todos los capté en la tele.
Desde luego, "en mis tiempos" era el escaparate estrella... ¡Cuando no había internet, colegas!
3. Casi siempre reflejaban lo que yo sabía que mis padres no querían.
En finx, ¿quién ha soñado con Jaime Bores como yerno de tu madre? Eso con 18 años, no se sostiene.

Y voy con el ránking:
Kurt Cobain, las mechas más grasientas del panomara musical. Qué decir de esta leyenda del rock, cuyo suicidio a los 27 años hizo que yo me vistiera de luto por primera vez en mi vida (yo tenía 17). Y ahora conmemoran los 20 años del lanzamiento su CD Nevermind. Si hago cálculos con los años empiezo a ver borroso...


Michael Hutchence, de INXS. Aunque reconozco que no era el que más, sí que me dió fuerte una temporada con este jamelgo. Hasta que taaaambién acabó malamente: colgado de su propio cinturón en la habitación de un hotel; que si suicidio, que si técnica sexual para una mayor autosatisfacción (lo que viene siendo una pajilla, vamos). Total, que tampoco puedo subir una foto actual.



Glenn Quinn. ¡Otro que ya no será! A estas alturas parezco casi una viuda negra. Podría decir qué bonito mientras duró, porque era un personaje secundario de Roseanne, la estupenda serie de EEUU que me dió las mejores sobremesas de aquella época. No puedo decir mucho de él: que era guapo y ya está. Murió de sobredosis.



Evan Dando, cantante de los Lemmon Heads. La chica de mi quinta que diga que este tío no le gustaba ¡miente! Lo tenía todo: era guapo no, lo siguiente. Su madre había sido modelo y el tío sabía posar pero bien. Y encima cantante (¡líder!) de un grupo de modísima, medio con pinta grunge -que ya he dicho lo que venía a significar- pero a la vez con el pelo limpio. Recuerdo que vinieron a tocar a Madrid en una ocasión y una amiga decía escandalizada: "¡Evan Dando a una hora de mi casa!". Me parece que ahora está tiradísimo con un enganche fatal a las drogas, arruinado y fijo que con el pelo sucio.


Daniel Johns, otro cantante de otro grupo de rock, en este caso Silverchair. Como veis, vamos mejorando con los grupos, aunque sospecho que si llega a cogerme la primera juventud en la época actual, acabo siendo fan-fatal de Justin Bieber lo menos. No hay tanto donde elegir, vamos. El caso es que éste es el caso más sangrante porque si hace 15 años el tío era guapo, ahora sencillamente está imponente. Pongo 2 fotos para comparar, quien no lo vea está ciego. Ah, cotilleo: es el ex marido de Natalie Imbruglia.


Brett Anderson. Vocalista de Suede. Y dejo lo mejor para el final porque de todos es el único que mantengo a mi lado. ¿Por qué? No sé, no es más guapo que los demás; pero es que yo sólo puedo serle fiel a uno, que no está la cosa como para ir saltando de un amor platónico a otro porque, oye, es muy cansado. Además, que una tiene ya sus cosas con sus amores reales y no hay tiempo para todo. Pero es el único al que he visto (varias veces) en persona, y prometo que no defrauda. Además, ¡se mantiene en perfecto estado de conservación!






sábado, 12 de noviembre de 2011

Fortunata y Jacinta (Benito P. Galdós)

¡¡Empezamos con los clásicos!! Ya sé que para muchísimos lectores casi todas estas obras pueden ser un pestiño, sin embargo yo soy de las que he disfrutado y espero seguirlo haciendo, con obras como ésta. Recomiendo especialmente su lectura a todos aquellos que quieran revivir lo que fué el Madrid del S.XIX, cuando la Castellana era prácticamente campo y los que tenían posibles se hacían por la zona sus "casitas de fin de semana" (estos son muchos de los palacetes que hoy todavía nos quedan, por ejemplo el del mismísimo Marqués de Salamanca, que actualmente es la sede del BBVA). De hecho, éste es uno de los temas curiosos que se mencionan en el libro.

Lo mejor, para mí, de Fortunata y Jacinta, es lo perfectamente bien que queda retratada lo que fue la sociedad del Romanticismo en Madrid, con sus detalles más curiosos y abarcando todas las clases sociales. En este sentido encuentro cierto paralelismo con  Balzac (grandísimo escritor francés destacado por el reflejo social que transmite en sus novelas http://es.wikipedia.org/wiki/Balzac). Con los detalles me refiero a las descripciones de los mercadillos, las corralas de vecinos, las tertulias en los cafés, la relación Iglesia-sociedad, cómo era el interior de las viviendas, qué era lo que se comía, cómo eran los nacimientos o los entierros.

Personalmente me apasiona esta época precisamente en esta ciudad. Y aunque no he llegado a ver la serie que se emitió por TVE (http://www.rtve.es/alacarta/videos/fortunata-y-jacinta/fortunata-jacinta-capitulo-1/445048/), leyendo esta obra he llegado a hacerme una idea bastante real de este batiburrillo de personajes y situaciones que rodean las vidas de aquellas dos mujeres. Me llamaron especialmente la antención las vidas de Juan, el principal nexo entre Fortunata y Jacinta: un señorito bien que no tiene necesidad de trabajar y ¡ojo! mantenido por sus padres a mucha honra de estos, como venía siendo habitual en este tipo de familias adineradas. Hoy por hoy, aunque sea por guardar las apariencias, hasta los hijos de Julio Iglesias hacen como que trabajan... Y qué decir de Mauricia la Dura, una pobre mujer pobre, madre soltera, irresposable y desequilibrada, que no tiene ni quiere tener dónde caerse muerta, pero que inspira una lástima de lo más humana. Un personaje ciertamente sórdido...



Galdós escribió un gran número de obras en su vida. Es destacable su gusto por la narración histórica, pero centrándonos en la novela, creo que en el caso de Fortunata y Jacinta su enorme valor reside en el perfil psicológico tan minucioso que llega a hacer de los personajes (¡y son muchos!), en detrimento de la fluidez de la historia, que hacia la segunda mitad puede hacerse algo monótona.

Sin embargo seguro que volveré a leerla algún día, para pasear por algunos de los sitios que cita el autor y poder decir, ¡pero si siguen ahí! Eso es lo maravilloso de las ciudades: que igual que las personas, todas tienen una historia. Y ambas están irremediablemente ligadas las unas a las de las otras.


lunes, 7 de noviembre de 2011

Alejandro y yo

Hoy quiero confesar que vivo enamorada... En realidad no es de la Pantoja, con todos mis respetos por esta señora y las folklóricas en general, sino por el héroe por excelencia de la Historia Antigua, Μέγας Αλέξανδρος, querido Aléxandros III rey de Macedonia desde el 336 a.c. hasta su muerte por (presuntamente, que hay opiniones varias al respecto) paludismo en el 323 a.c. No voy a aburrir a nadie con datos históricos, lo prometo. Para consultar está Google, que recoge casi 2 millones de entradas por esta consulta.
Ha sido siempre admirado, principalmente porque consiguió vencer al Imperio Persa, la madre de todos los Imperios de la Antigüedad anteriores al Romano. Una acumulación tan vasta de territorio que nadie en su sano juicio se planteó conquistar, más por el temor a su gigantesco ejército, que por lo poderoso que fue militarmente. Y no se quedó ahí. Pero he prometido no dar la chapa en plan libro de texto.


No soy nada original buscando fetiches en la Historia, lo sé. Tampoco voy a ponerme romántica contando algunos detalles de lo que los entendidos opinan que pudo conformar su carácter: su ansia de ir más allá, el anhelo incombustible de un chaval que lo único que quería era llegar al final. De algo. De todo. De hecho, no se caracterizó por ser un buen gobernante, porque lo hacía en realidad era conquistar territorio tras territorio, fundar ciudades y puertos (varias Alenjandrías, de las que sólo pervive la ciudad egipcia) y seguir adelante con su ejército, pero dejando en manos de otros la gestión de estas provincias. Puede que esta sed insaciable de ir más lejos estuviera relacionada con las tensiones vividas en la infancia, tanto con su padre como son su madre, algo que convirtió su vida en una espiral de satisfacción por lo conseguido, (hasta el punto de ser considerado un dios, también por él mismo) e insatisfacción crónica al mismo tiempo. Magnánimo en el agradecimiento y terrible en la cólera. Viviendo como si fuera a durar para siempre, y a la vez como si fuera el último día.

Lo mejor de todo esto es que él también era fan y tenía sus propios héroes, a los que quería acercarse tanto en sus logros personales como en los militares. Por ejemplo, la relación tan intensa que mantuvo con su amigo Hefestión, comparable y paralela según él a la de sus idealizados Aquiles y Patroclo, héroes de Troya. O Ciro el Grande, mítico Gran Rey de Persia, que creó el impresionante imperio del que hemos hablado, y al que rindió homenaje en su propia tumba y al que pretendía emular. ¿No es curioso el hecho de que los héroes sean fans de otros héroes?



Bueno, al final algún datillo sí que ha caído. Pero es que es inevitable explicar por qué Alejandro es "el Magno", por qué desde el mismo día de su muerte fue adorado y admirado. Se dice que tanto Julio César como Augusto fueron a visitar su tumba (hoy aún no sabemos dónde está). A mí, en realidad me encanta el mito por varios motivos, como a miles de personas amantes de las leyendas de la Historia, ya he dicho que me confieso poco original. Pero es que he tenido la suerte de tener en mis manos montones de libros maravillosos (dejo aquí solamente estos dos "botones": uno es novela, el otro ensayo) sobre el tema que, lejos de dejarle a uno satisfecho con lo aprendido, avivan ese come-come de saber cómo serán otras opiniones, de volver a leer otra vez cómo cruzó el desierto o cómo enloqueció a la muerte de Hefestión, no sé, es como ver una buena peli muhas veces: sabes cómo termina, pero no te cansas de verla. Porque la imaginación es el proyector con el que vemos las películas que narran los libros.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Trabajar en tiempos de crisis

Efectivamente, amigos, voy a hablar de la situación de medio país. Solamente hace unos días que sabemos que el paro en España ronda los 5 millones de personas. ¿Cómo hemos pasado de ser un país receptor de trabajadores a estar en situación de "sobrarnos" tantos miles de ellos? Nadie lo sabe. O sí lo sabemos, puede que hasta sospecháramos que esto iba a pasar tarde o temprano, en el caso es que a muchos nos ha pillado el toro y aquí estamos: esperando a la séptima pregunta en busca de un empleo estable y de calidad. Ya: JAJAJA.
En realidad las personas de mi generación nunca hemos dejado de suspirar por ello. ¿Cuántos treintañeros conocéis que conserven su primer trabajo? Vale,muchos eran basuras de las que no se podía vivir, pero ni en esas circunstancias podías imaginar que al final acabarías pasando por tantas manos (es un decir, enfermos), laboralmente hablando.
Recuerdo haber vivido de mi padre hasta mis 20 años, yo y todos mis hermanos, que somos cuatro, por supuesto mi madre también, y ¡ojo! haberse pagado esa hipoteca a 12 años con ese único sueldo. ¿Es esto ficción?

En mi caso en particular, he tenido oportunidad de trabajar en un montón de sitios, unos con mejores condiciones que otros, siempre con ese anhelo de encontrar algo interesante y suficientemente estable como para construir una vida en torno a ello. Por ejemplo, comprar una casa cerca del trabajo hoy en día es tonturro. Total, para lo que nos va a durar... No quiero ni pensar qué pasará con las posibles modalidades de contrato temporal que dentro de 20 años puedan sacarse ("alguien", un ente difuso que no tiene por qué ser la CEOE, jolín) de la manga y con qué condiciones.

Lo peor de todo es que estamos en una situación en la que no sólo es difícil encontrar cierta estabilidad laboral, sino simplemente estar laboralmente activo. No quiero caer en el tópico de "es un buen momento para los emprendedores" o "hay que aprovechar para formarse y ser competitivo". Sí, si eso lo sabemos casi todos. A lo que me refiero es, ¿y después de hacer todo eso, QUÉ? ¿De verdad vamos a conseguir remontar a unas condiciones de trabajo a la altura de otros países europeos? ¿En serio que esto nos va a servir para llegar a algo mejor? En mi opinión, no es ése el camino por el que vamos, pero voy a decirlo en mayúsculas: recordando a Expediente X, QUIERO CREER. 

jueves, 27 de octubre de 2011

Coldplay & ¡viva la vida!

Antes de empezar quiero dejar claro que sigo a Coldplay pero no son mi grupo favorito ni soy una fan-fatal del mismo. Aunque reconozco que éste ha sido mi segundo concierto y me apuntaría a un tercero con los ojos cerrados. Aprovecharé mi supuesta objetividad como simple aficionada a la música de este grupo para describir lo que fue el concierto.
En primer lugar, si estabas bien situado (como lo estaba yo) en un lugar con techo, disfrutar era mucho más fácil. Porque llovió. Y de qué manera, chatos.


Pero eso no impidió que fuera un concierto alucinante. Se trataba de la presentación a nivel mundial de su nuevo disco: Mylo Xyloto. Así que podéis imaginar el despliegue de medios para cubrir el evento e intentar que nadie se fuera a casa defrudado. No olvidemos que uno de los objetivos es, además de dar a conocer su nuevo trabajo, que éste sea lo suficientemente atractivo como para que medio mundo haga una de estas dos cosas: compre el CD o adquiera una entrada para próximos conciertos. Osea, la pasta y la fama.
Para ello contaron con el prestigioso Anton Corbijn  (http://es.wikipedia.org/wiki/Anton_Corbijn) para la retransmisión mundial del concierto por Internet, además de muchos efectos de los que suelen dejar al público entregado y con la boca abierta, dispuesto a perder la sensibilidad en las palmas de las manos a base de aplaudir: fuegos artificiales, pelotas botando entre el público, y miles de mariposas de papel de colores volando entre los asistentes. Nada nuevo pero 100% efectivo para hacerlo bonito.


En cualquier caso, fue un concierto estupendo porque lo principal es que la gente estaba ansiosa, receptiva, colaboradora y muy dispuesta a disfrutar. Y eso Chris Martin sabe aprovecharlo. Desde mi corta experiencia como observadora de este grupo en directo, he visto que el tío se lo curra en el escenario para intentar implicar al público de mil formas: habla algo de español (no, en éste post no hablaré de Gwyneth, pero todo se andará), invita a hacer los coros, siempre dando las gracias por los gestos cómplices que la gente tenía con él.
Creo que el anterior concierto, donde presentaron su disco Viva la Vida, me gustó más; quizá el sonido era algo mejor. También creo que en el de ayer fue un fallo gordo por su parte no responder a las peticiones de bis del público. Eso siempre, siempre hay que darlo si lo piden. Para estar tan preparado y levantar tanta expectación, se esperaba algo más de entrega en ese sentido. No se podía creer que no hubiera una segunda entrega con algún temilla preparado por si acaso.


De todas formas, me encantó y creo que al mundo entero, en su mayor parte, también. Estas cosas siempre suelen dejar un buen sabor de boca el día después, y si queréis más pruebas de que eso ha sido así, os invito a visitar cualquier crónica en los periódicos nacionales. Resumiendo: por mi parte, notable alto para estos chicos.

viernes, 21 de octubre de 2011

Cosas insignificantes que te alegran el día

A todos nos pasa: vamos por el mundo de mala manera porque nos levantamos de mala leche. Luego, dependiendo de cómo haya ido el día, nos acostamos en el mismo estado o no. ¿Qué cosas hay en esta vida, que aún siendo insignificantes, pueden alegrarnos las 14 horas que venimos estando en vertical? Cada uno tendrá su lista personal, pero como éste es mi blog, voy a poner aquí algunas de las que me gustan a mí.
Los pájaros. Están por todas partes, y aunque no son mi fuerte ni entiendo de ellos, ver los pájaros me gusta. No hace falta estar en el campo. Todavía recuerdo un día en el, esperando para ir a la Facultad, ví un petirrojo. Es de los pocos que sé reconocer. Hará como 13 años de esto, pero aún tengo fresco ese recuerdo. Los gorriones me encantan, tan redonditos, dan ganas de engancharlos y apretujarlos como si fueran un cojincito pequeño como esos donde las madres "aparcan" las agujas y alfileres. ¿Por qué no les prestamos atención, con lo majos que parecen?


Otra cosa estúpida que me gusta hacer: beber agua. ¿Quién dice que no tiene sabor? Será la de manantial, la de mi grifo sabe, y sabe rica. No es fácil encontrarle el punto a la temperatura, pero si consigo esa mezcla de 3/4 de fría de la nevera y 1/4 del tiempo en sus justas medidas, me hago la ola. Es un lujo de lo más económico. ¡Y no hace falta tener sed amigos!

Uno de los lujos más baratos y confesables es la siesta. Yo, personalmente, soy una fan fatal de esta práctica. Ejerzo casi todos los días, aunque muy a menudo me sale el tiro por la culata y no consigo más que dar una cabezada torpe que me deja dolor de cabeza. Pero esos 30-40 minutos de auto homenaje, donde reposas a mitad de la jornada, son impagables. ¿Por qué no aprenden de Google las empresas españolas? ¡Lo que nos íbamos a ahorrar en Gelocatiles!


Hay algo más que compartimos casi todos a la hora de elegir algo que nos gusta: reir. Quiero decir reir con ganas. ¿Existe algo más fácil y más difícil a la vez? Una vez leí que el ser humano, según va haciéndose adulto, fabrica menos hormonas de la felicidad, esto es: endorfinas, que son las encargadas de predisponernos a la risa. ¿Es que nadie se acuerda de cuánto nos reimos en la adolescencia? Porque yo no hacía otra cosa... Y aunque sea cada día un poco más difícil, ¿a quién no le alegra el día un chiste, aunque sea tan malo que queramos salir del país corriendo y no volver jamás?


martes, 18 de octubre de 2011

El club de la lucha (Chuck Palahniuk)

Hace tiempo que tuve la suerte de tener esta novela entre manos. No recuerdo los detalles, pero no importa. Hacía tiempo que no leía una historia tan original, con unos personajes tan redondos, un protagonista tan contradictorio y a la vez tan irresistible. Alguien que sabe que no es un héroe. Tan humano, en una palabra. Y es que ¿no estáis algo cansados de esos best-seller en los que el protagonista es siempre alguien especial? ¿Uno entre un millón? No siempre una historia del tipo de la de Tyler Durden consigue enganchar a todo el mundo. Porque tiene mucho de extrema. Pensad que todo en la novela rodea al hecho de que los fines de semana montones de jóvenes oficinistas insatisfechos, se ostian entre ellos sin ningún objetivo aparente. Inquietante, ¿no?

Es verdad que en su día se trató de una novela rompedora y polémica. Y fue adapatada al cine por David Fincher con bastante éxito. Y es que esto de llevar novelas al cine es algo que me provoca una reacción de amor-odio casi siempre (hay excepciones). Tengo la sensación de que, a pesar de que la peli tuvo un éxito pero que muy considerable, no llegó a generar la polémica que sí consiguió en su día la novela. Y es que hay cosas que sólo pasan en el mundo literario. Me refiero principalmente a lo que yo llamaría sorpresa intelectual. Esto es: de repente entender una realidad que nunca antes te habías planteado. Verlo en cine, a través de los ojos de un director, teniendo en cuenta los matices de los actores, que si la iluminación, que si los guiones... Que si hay que dedicar siempre un momento a la comparación con el libro... Es mucho trabajo. Y sí, puede llegar a sorprendernos una película, claro. Pero solamente a ciertos niveles. Tengamos en cuenta que siempre esperamos cosas sorprendentes en una película, no es nada novedoso que lleguen los extraterrestres, que caiga una bomba nuclear en algún sitio, o que al final Bruce Willis estuviera muerto. Nunca viene a ser lo mismo que abrir un libro, devorarlo y digerirlo por nosotros mismos. Son varios días de digestión al más puro estilo boa constrictor. Estas otras digestiones pasadas por la turmix del cine suelen estar bien, pero pocas te dejan con la boca abierta, pensando: ¡¿pero SERÁ POSIBLE...?!


jueves, 13 de octubre de 2011

El nazi y el peluquero (Edgar Hilsenrath)

No se trata de otra repetitiva historia sobre la Segunda Guerra Mundial. Es más bien la historia de una persona que fueron dos. ¿Alguna vez os habéis preguntado cómo sucedió que se nos fue de las manos la barbarie "antihumana" del Tercer Reich? ¿Quiénes fueron las personas anónimas, los Günter, las Anke, los Hans, que vivieron aquello, desde cualquier punto de vista o bando? ¿Cómo era el día a día que hizo que las cosas fueran como fueron?
Esta novela, sencilla de principio a fin, me quitó el sueño algunas noches mientras la leía. Puedo decir muchas cosas de ella: profundísima y humana, te hará reflexionar a menudo sobre los avatares de la Historia. Y de la vida.

El Nazi y El Peluquero cuenta los devenires de un pobre diablo, Max Schulz, del que nunca sabremos si es una víctima de la sociedad,  buscavidas en la peor de las situaciones, o simplemente mala persona. ¿Qué nos hace ser como somos? ¿Por qué no puede decirse que Max es bueno ni malo? Siempre es interesante conocer cómo las personas nos vamos adaptando a las situaciones más difíciles sin llegar a saber muy bien por qué, cómo, ni con qué motivo. Las cosas a veces sencillamente, ocurren.
Debemos saber que, entre los millares de personas afines al régimen totalitario y nacionalsocialista de Hitler (también añadiría inhumano), muchos eran colaboradores plenamente convencidos de su misión para con su país. Ésa es una de las cuestiones por las que consiguió tantos seguidores: la idea de poner a Alemania donde realmente merecía. Con este sobadísimo y anticuado argumento, se puso en marcha una máquina cuyos engranajes eran personas de carne y hueso, que después de hacer su trabajo en los campos de concentración, se iban a cenar con sus familias y daban un beso de buenas noches a sus hijos. Verdaramente, esto fue así. ¿Nunca os habéis preguntado por estas personas? ¿qué les movía? A algunas, nada en particular. Así de duro.
¿Y qué fue de aquella enorme cantidad de colaboradores del Gobierno, funcionarios, militares, alcaldes, simples simpatizantes? ¿Dónde fueron después de perder la Guerra?
En relidad Max nunca llega a plantearse todas estas cuestiones, sino que se limita a contarnos qué cosas pasaron y cómo las llegó a torear. Y luego es cada uno quien se cuestiona el resto.


lunes, 10 de octubre de 2011

Poeta espontáneo "Hollywood style"

Esta foto no tiene, como veréis, nada de particular. Es, efectivamente, un "cacho de papel"; y digo "cacho" porque está malamente arrancada de un cuaderno sin ningún glamour. Pero aquí el protagonista no es el continente. La historia de este cacho de papel que llevo conmigo desde hace casi catorce años es lo más parecido que he vivido a una comedia romántica al mayor nivel Hollywood style ;).
Yo era una bibliotecaria becada en la Facultad de Ciencias Políticas de la Complu, donde vivía feliz colocando mis libros, haciendo mis carnéts de usuario y apuntando con mi pistola de lector láser a todo aquel que me parecía bien. Era y es una biblioteca muy transitada, con un grandísimo número de alumnos y donde había trajín. Lógicamente, yo ya tenía algunos conocidos entre los estudiantes que pasaban por allí casi cada día y con los que mantenía una preciosa relación bibliotecaria-estudiante, teniendo en cuenta que éramos todos mocitos y de edades parecidas.
Un día, en el autobús que cogía para volver a casa, sucedió que me senté en el único asiento que quedaba libre. No le dí la mayor importancia hasta que llegamos al final del trayecto. Allí, el chico que viajaba a mi lado, arrancó el cacho papel protagonista de esta historia, y me lo dió diciendo: "Toma, es para tí. Lo he escrito mientras venías sentada a mi lado."
Era verdad, yo lo había visto garabatear en un cuaderno y hacer tachones. Cogí el papel y él se fué, supongo, llenito de vergüenza. Cuando leí ví que se trataba de un poema. Y era  precioso. ¡Lo había escrito para mí! ¡en vivo y en directo! ¡inspirado en mi persona mientras yo leía un libro despreocupada! ¿Podéis imaginar mi cara en la boca de metro, con el papel en la mano y mirando alejarse a este chico? Todavía recuerdo su nombre. Y la fecha exacta de aquel día. Si tuviera una caja fuerte, lo metería dentro.
Nunca me ha pasado nada tan increíble, o al menos, tan románticamente espontáneo.
En fin, estas cosas también nos pasan a las humildes chicas de barrio, existen poetas trotando por este mundo que pueden hacernos felices con cualquier cacho papel, escrito de cualquier manera, pero donde somos absolutas protagonistas. Porque nosotras lo valemos.

jueves, 6 de octubre de 2011

¿Entonces soy mala persona?

Bueno, aquí va la bomba informativa: Demi Moore ha sido engañada vilmente por su macizorro marido, que además, podría ser su hijo. Y aquí viene mi profunda reflexión: al saberlo reonozco abiertamente que me he alegrado un poco. En realidad lo mismo me da que me da lo mismo, sin embargo... ese quién sabe qué es, pero se parece un poco a un subidón anímico de saber del mal ajeno estaba ahí. ¿Y a mí esa señora qué me ha hecho? Pues nada. Pobre mujer. Y que conste que soy una defensora del amor parejil, sin diferenciar en sexos, edades o estatus sociales. Pero es que se liga a semejante chaval, el tío encantado de la vida, se casa con ella aún sabiendo que la diferencia de edad le impedirá cosas como ser padre, o le condenará a una madurez con una persona directamente vieja (no quiero ser peyorativa, léase como un mero epíteto).
En fin, él sabrá. En el fondo creo que lo que peor me sentaba de todo era verlos cada dos por tres en fotos preciosas, con paisajes increíbles, en lugares exóticos, o en fiestas mega-glamurosas; ella: estupenda, él: macizorro como siempre. En algún lugar leí que ella había gastado más de 8.000 € en arreglarse en quirófano desde que salía con Kutcher. Así cualquiera. El caso es que películas, lo que se dice hacer películas, ni una. Pero daba igual, todo el día subiendo a Twitter fotos de sus viajes, de sus disfraces y de sus coñas de cama. Invito a hacer las búsquedas pertinentes. Así no hay quien aguante de pié si te da por hacer comparaciones. Total, que al final resulta que todos somos gente normal, unos más guapos que otros, y con más dinero. Pero si a mí mi novillo no me friega el suelo del baño, a ésta le pone los cuernos. Y eso, parece que no, pero ayuda a estar más conforme contigo misma. Porque, en ese sentido, al final te he ganado, Demi. Sin hacer tanto el paripé por las revistas ni las redes sociales. Y mi chico también está cañón.

lunes, 3 de octubre de 2011

Mensajes de amor


Empezamos la serie de etiquetas "Cada foto con su historia" con esta foto tomada en Verona. Los más leídos ya se estarán oliendo que la historia de esta foto estará relacionada con otra historia, muuucho más conocida, que es el romance entre Romeo y Julieta, que Shakespeare situó en esta ciudad (a pesar de no haberla pisado nunca).
Esta imagen pertence a la entrada de la que se conoce como "Casa de Julieta", una visita turística sin mayor importancia puesto que no se trata de la casa de los Capuleto ni mucho menos, sino simple y llanamente una residencia que pudiera datar de la época (S. XVI) y que, para dar mejor en el papel, dispone de un precioso balcón donde los turistas se hacen fotos pensando que desde allí recibía Julieta a su amado. En realidad, no se sabe a ciencia cierta si los Capuleto y Montesco fueron familias procedentes de Verona, aunque sí parece probado que ambas existieron.
El caso es que la entrada a este edificio posee una curiosidad: y son los miles de mensajes de amor que los turistas van pegando a sus paredes. Como podéis ver, las hay de todo tipo y en todos los idiomas. Supe que periódicamente las van retirando, como es lógico, porque el número de notas nunca deja de crecer.
Siempre me ha gustado esta foto, creo que es un recuerdo curioso y que me hace pensar que cualquier excusa es buena para tener un gesto romántico. Y esto, no nos engañemos, es más fácil cuando uno es turista y vulnerable :)

Dudas profundas con un obrero en casa

Hoy tengo 1 obrero en casa. Sí, uno. La cantidad es humilde, pero los tiempos no están para ir contratando empleados con unos emolumentos de unos 500€ por la mano de obra (sin contar el material) por lo que calculo serán unas tres horas de trabajo... Para lo que hemos encargado tampoco hace falta más (digo operarios, no gastos). En fin, que me voy del tema.
El caso es: ¿cuántas dudas surgen cuando tiene uno a otra persona en casa? Alguien a quien has dejado entrar en la intimidad del hogar y, como en mi caso, ha llegado a ver tus camas deshechas y a tí sin peinar; pero que no tiene estatus de "invitado" como tal. No le hemos pedido que se siente en los sofás ni él se ha sentido con la libertad de hacerlo. Sin embargo, ¿Cómo es esta "nano-relación" de unas horas en las que tú, aunque no quieras, eres un poco anfitrión? ¿Lo tratas de usted? Si ves que saca el material pero lo hace sin cuidado, dejando las herramientas en tu inmaculada tarima hiper sensible a rayazos, ¿le dices algo? ¿Y el momento de "¿quiere usted tomar algo?"? Eso si ya has resuelto aquello de tutearlo o no. Yo lo he estado pensando: ¿se lo digo o no se lo digo? ¿son horas de un café o preferirá un carajillo? ¡Ay madre, si no me queda azúcar! Al final me ha dicho que no y aquí paz y después gloria.
Mi reflexión es: que en este mundo de las obras en casa un pajarillo debe saber tomar decisiones, y más teniendo en cuenta que puedes conseguir ciertos beneficios siendo amable, eso es más antiguo que chantajear a las madres. Todo en esta vida supone decidir el "¿lo hago o no lo hago?", y si lo hago "¿cómo lo hago?". Y luego cerrar los ojos, cruzar los dedos y pensar "por favor, que me quede azúcar y sea lo que Dios quiera".

miércoles, 28 de septiembre de 2011

¿¿Para qué era esto??

Mi primer tweet ha sido claramente revelador: "¡Ay madre, pero qué invento es éste!" (literal). Acabo de darme de alta una cuenta en Twitter, no me cargan los cambios, ni la foto de perfil ni la personalización del fondo. Sorpréndeme que haya conseguido algo con este blog. Tengo además que crear respectivas cuentas en Google +, Hootsuite, Foursquare, Google Analitics y Google Adwords... No sé si voy a poder (léase que no me apetece especialmente). Por no mencionar los cambios que debo hacer en mi perfil de Linkedin.
¿Soy un colibrí anacrónico, condenado a escribir en papel toda la vida?, ¿a mandar SMS por no tener what'sup en condiciones como todo treintañero sano y normal? ¿a tener un huevo como foto de perfil en Twitter? ¿Pero dónde me he metido? ¿Qué será de mí?

martes, 27 de septiembre de 2011

Los mercados me dan miedo

Tengo que confesar que desde que he sabido de esta entrevista no puedo pegar ojo. Según este broker profesional entrevistado por la BBC (y voy a citar literalmente sus palabras para que nos hagamos una idea más concisa de sus opiniones): "Lo primero que deberían hacer [la gente] es proteger sus inversiones, proteger lo que tienen, porque mi predicción es que en menos de 12 meses, los ahorros de millones de personas van a desaparecer, y eso será sólo el principio".
Este señor viene a decir que los gobiernos, tal como los conocemos, no son quienes rigen nuestros destinos, sino Goldman Sachs. Para que os hagáis una idea de la repercusión de esta entrevista, basta teclear "Goldman Sachs" en Google para que aparezcan varias referencias directas a ella y no al poderoso banco de inversiones.
Otras de las perlas de Alessio Rastani, que así se llama el iluminado, es su respuesta sobre el rescate del euro, que no supondrá una solución puesto que los inversores: "Saben que el mercado está cerrado, saben que la bolsa está acabada, el euro, por lo que a ellos respecta, no les importa, y están moviendo su dinero a activos más seguros bonos del tesoro (de EE.UU), bonos a 30 años y el dólar. No va a funcionar".
Y esperad a saber qué dice acerca de las posibilidades a salir de la crisis: "Personalmente, creo que da lo mismo. Yo soy un operador financiero, a mí no me preocupa eso. Si veo una oportunidad para hacer dinero, voy a por ella. Así que, para la mayoría de los brokers, no se trata de eso. Nosotros no nos preocupamos de cómo arreglar la economía, o de cómo vamos a arreglar esta situación. Nuestro trabajo es hacer dinero de esto y yo personalmente he estado soñando con este momento los últimos tres años".
¿Qué tenemos que hacer? ¿A quién recurriremos para solucionar nuestros actuales problemas como humildes ciudadanos? ¿A quién hacemos caso? Lo dicho: creo que nunca más volveré a dormir como antes. Siempre miraré que Goldman Sachs no esté debajo de mi cama.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Un pequeño colibrí que saluda

Puedo decir con orgullo que he conseguido acercarme un poco al tiempo que me ha tocado vivir creando este blog. Por no tener, no tengo ni móvil con conexión ni ganas de tenerlo, pero espero que éste sea un pequeño paso para la humanidad y uno grande para una servidora.
¿Por qué pequeño colibrí? ¿No es esto una redundancia en sí misma? Bien: en primer lugar decir que hay colibrís más grandes o más pequeños. Yo soy de estos últimos, y aunque la historia viene de largo y no quisiera enrollarme, debo explicar que se trata de una metáfora de lo que puedo ser yo misma enfrentándome a ciertas situaciones en la vida. Puedo ser ese pajarillo inofensivo que no puede volar grandes distancias, pero que pica donde necesita y allí donde sabe que va a sacar algo. Es una forma de entender la vida como otra cualquiera ¿no?
Aclarado este punto voy a terminar explicando para qué este blog: principalmente para mí, para poder escribir, publicar (entiéndase como hacer público) y orientar mi vocación comunicadora. Prometo no excederme escribiendo chorradas, ni mucho menos cosas importantes. Se tratará de pequeñas reseñas a cosas que me rodean y me llaman la atención por algún motivo que sólo un colibrí sabría entender.
Espero que todos disfrutemos con esto.