CHRISSIE HYNDE - The Pretenders
Hynde me fascina desde que la descubrí hace como... ¡OS-TRÁS, unos veinte años! (qué mal cuerpo se me acaba de poner). El caso es que LA decubrí, a ELLA, quiero decir. The Pretenders es un grupo que he escuchado sin que llegaran a ser santo de mi devoción. Se les considera (más o menos) cercanos al rock, aunque la verdad es que a mí me resultan más bien poppies con toques folk que otra cosa: ritmillos pegadizos, mucha letra y poca guitarra, estribillos repetitivos y sin pretensiones, melodías sencillas (Creep es un ejemplo); en definitiva: un estilo cercano a lo que puede ser Amaral aquí (salvando todas las distancias), es decir: look de banda de rock, pero sin un buen riff de guitarra que lo confirme. Pero bueno, ya cuando haces una búsqueda en Google por "mujeres rockeras" te salen cosas como Shakira o Pilar Rubio (!), así que apaga y vámonos...
Me seduce de ella que sea cabecera indiscutible de un grupo desde hace como 30 años, componiendo letra y música, llevando todo el peso de ser el gancho visible y comercial del asunto (como veremos en otros tantos casos), pero sin darle bola al tema de quítame allá ese flequillo (¡flequillo hasta la muerte!), que se me corre el rímmel, y yo con estos pelos, etc., como suele suceder cuando hay una mujer que es reclamo visible de algo. Además, ha llegado a estar al frente de Pretenders en solitario en más de una ocasión, demostrando que la banda es Chrissie y solamente Chrissie, dedicándose a retomar el grupo cuando encontraba las ganas de tocar con otros músicos, seleccionando cada vez a los nuevos miembros.
Para colmo, es lo más british que existe siendo norteamericana de nacimiento. Os recomiendo leer algo más sobre sus años mozos en los 70's: Sex Pistols, Vivianne Westwood, misticismo, arte, sexo, drogas y rock'n roll... Fascinante.
PJ HARVEY
Buah, PJ es lo más. Si le falta el glamour de unas o la belleza de otras, lo suple de sobra con el talento que se gasta como la autora más creativa (o una de las que más, sin ofender a la islandesa que la sigue) en el limitado mundo musical de mi conocimiento. Su talento reside en que, en apariencia, no parece tener nada en especial. De hecho, algunos de sus discos podrían pasarte desapercibidos si te falta la curiosidad suficiente como para perseverar. Si lo haces, ella te enganchará para siempre y entonces sabrás que no has conocido a ninguna que le llegue a las canillas.
Tiene una seguridad en lo que dice que resulta arrolladora. De hecho, de las que aparecen en este ránking tan personal como (seguramente) incompleto, es de las poquísimas que se lo guisa y se lo come, es decir, todo su trabajo depende en exclusiva de ella misma y su propio genio musical. Lo peor que sufro con Harvey es que a menudo no entiendo todas sus letras, tengo que escucharlas varias veces y aún así mi nivel de inglés me impide que llegue a lo más profundo de ellas. Para eso tiro de recursos y me asesoro un poco, porque la cosa merece la pena y ya os aviso desde aquí que suelen tener miga. Pero no es su único mérito. Experimenta con estilos y sonidos, de manera que nos puede confundir de un disco a otro dejándonos como a liebre que le dan las largas, pero desde luego, nunca indiferentes. A mí me tiene entregadita con este videoclip a lo Elvis dale que te pego a la guitarra (This is love)... es sólo una más de sus múltiples facetas. No puedo dejar de aconsejaros, por ejemplo, The words that maketh murder que es una delicia que no tiene nada que ver con la PJ anterior.Y oye: si no lo entiendes todo, baste decir que Nick Cave se encuentra entre sus más fervientes admiradores (sí, sí, el reverendo), además de la propia Björk, como veremos. ¿Qué más garantías queréis? Chapeaux, Polly Jean!
DEBORAH HARRY - Blondie
El nombre de su grupo podría traducirse a algo así como "rubita"... No te digo ná y te lo digo tó. En este caso, Debbie no ha sido 100% responsable del engranaje creativo de su banda, Blondie, (que también) sino más bien de catapultar al grupo tras su imagen de mujer deshinibida, sensual, sexual, atrevida y muy, pero que muuuy glamourosa, que podía pasar de un look total-punk al pin'up más clásico. Y siempre sin desmerecer la calidad de su banda, un icono de música setentera con súper éxitos bailables de esos que aparecen en algunas recopilaciones. Personalmente no los encuentro tan punk como se los ha presentado en alguna ocasión, sino una especie de glam rock setentero que no se lo salta un gitano, como en Call me, que yo suelo escuchar conduciendo y voy dando volantazos mientras grito al mundo que me llamen.
SHARLEEN SPITERI - TEXAS
Es verdad que lo de Texas no parecía el gran descubrimiento del siglo. Aún hoy me sigue pareciendo un grupo majo, pero vaya, sin mucho más que decir. Algún temilla por ahí para recordar, y bueno, que aguanta bien el paso del tiempo. No es que les falte calidad, es que a mí lo que me quedó de aquella banda fue Sharleen. Jo, es que es recordar sus cortes de pelo (¡los trasquilones le quedaban bien a la jodía!), tocando su guitarra y cantando, con aquel vozarrón... Uf, quizá de todas las que hemos nombrado sea, con diferencia, la mejor vocalista y la de mayor potencia de voz. Tuvieron algún tema que todavía tengo por ahí y que quiero incluir porque, aunque no he encontrado en Youtube el vídeo original donde súper Sharleen súper-glamour viste un traje de chaqueta que flipas, al menos tendréis la oportunidad de escucharla cantar en directo, en Fade Away.
La verdad es que a día de hoy no sé muy bien qué ha sido de su vida. Creo que media Inglaterra cayó rendida a su pies como me pasó a mí, por su estilo aquél de "con la cara lavada y recién peiná", y frecuenta las pasarelas de amigos diseñadores (osea, shí) en fila VIP, acude a presentaciones y cosas por el estilo que hacen algunos famosos, sin que se sepa muy bien si es que viven de ello. El caso es que el icono de rock style que fue se ha venido un poco abajo, la verdad, con los años, cosa que yo no le echo en cara porque para eso ella es Sharleen y la naturalidad ante todo, oye. BJÖRK
A mí, ya sólo por el rollo moderno y transgresor, me tiene más que ganada. Me encantó su vestido de cisne muerto en Cannes, digan lo que digan. Porque no, no era un Aramani de los que lleva Charlize Theron, ¿y qué?, ¿quién dice que era feo? ¿el adefesio de Galliano? ¡Venga, hombre! Un creador es un creador, y siempre tenderán hacia la excentricidad, ha sido así toda la vida. Mira a Dalí o a Warhol.
Independientemente a su gusto por cierta estética, me parece una señora admirable. Se involucra en todo lo que hace, desde la elección del vestuario como digo, hasta la innovación de nuevas propuestas a la hora de poner en escena todo un espectáculo cuando se va de gira. No se dedica a echar cuatro bailes con 15 bailarines detrás, que eso está ya muy visto. También decide con quién graba sus videoclips, como lo demuestran sus colaboraciones con Michel Gondry. Os aconsejo, por ver solamente un triste botón de lo que digo, el vídeo de Bacherolette, por citar un ejemplo maravilloso de virtuosismo musical y visual. No tiene reparos en probar lo que sea con tal de que sea bueno, sin prejuicios musicales, como indican su declarada admiración por la mismísima Beyoncé y sus colaboraciones con otros muchos artistas (entre ellos PJ Harvey) .También ha estado involucrada en el cambio político y social en su país, Islandia, llegando a poner dinero de su propio bolsillo para lograr la recuperación de una democracia que podría llegar a ser hoy el modelo del resto en que para algunos (servidora) se ha convertido la árida isla que la vió nacer. Casi ná, amigos.
WENDY JAMES - Transvision Vamp
Wendy... siempre a sus pies. Si hay una mujer que me ha seducido, alucinado, embelesado e hipnotizado, ha sido ella. Primero conocí su grupo, Transvision Vamp, con el temazo que todo el mundo habrá berreado, - preferentemente chuzo-, I don't care. Sus pelazos desgreñados y su pinta de "no me lavo porque el punk sigue vivo" me dejó loca. Cuando se llevaban las melenas rubias y las cejas negras, ¡recordad!
La capacidad de potencia vocal de esta chica era toda una mina, si bien es verdad que no tenía formación y se limitaba a pegar gritos (maravillosos, desde luego) al ritmo de guitarras asesinas. Fue la novia que yo quise ser desde que tenía 15 años en Sistermoon. Después de aquel disco archiconocido, Velveteen, Wendy se refinó bastante coincidiendo con la salida de Little Magnets Versus the Bubble of Babble. Aquí me dejó totalmente fascinada con temazos mucho más currados a todos los niveles y completamente hipnóticos como If Looks could kill o Twangy Wing Out. 
Además de lo ya comentado, Wendy tenía un aire de rebelde mosqueada con el mundo que gusta tanto cuando alguien es líder de un grupo de rock: declaraciones polémicas a la prensa, fotos promocionales subidas de tono, drogas, tanganas en locales donde tocaban... Que se lo digan a Courtney Love si sabe de lo que hablo. A ella se le veía encantada con el papel que le tocaba, que para más inri, estaba acompañado de pose sexy a lo Debbie Harry. Un día se cansó del grupo. Editó un disco en colaboración con Elvis Costello, pero donde no era la rubia cañera que habíamos conocido y no llegó muy lejos.
No he podido resistirme a poner una foto actual donde no es ni un gramo de lo que fue para mí. Esos morros siliconados no se los voy a perdonar, parece una actriz porno decadente y venida a menos, y no la súper estrella del rock vestida de novia despeinada que yo recuerdo.
