domingo, 17 de junio de 2012

Súper héroes sin capa

Estaba yo pensando sobre qué iba a escribir esta vez. Y es que de verdad, buscar noticias de interés sin caer en el pesimismo más negro es hoy en día poco menos que misión imposible. Últimamente me tiene poseída una especie de indignación con mayúsculas que ha llegado a cotas sorprendentes hasta para ser un colibrí que no se mete con nadie. Y como el tema está, además de candente, más que sobradamente tratado, me he dicho que vamos mejor a intentar darle un poco de buen rollo a este kiosko, porque si no temo que lo próximo después de firmar el post sea salir a la calle a quemar los contenedores de mi portal.
El caso es que, dándole vueltas, he pensado en todos aquellos Alonsos Quijanos redivivos all over the world, que demuestran con ciertas acciones unilaterales que Don Quijote no es tan solo un personaje de ficción sin alma, sino que puede trasladarse al mundo real, al individualista S.XXI; gente de bien, que decía mi abuela. Y que no deben pasarnos desapercibidos únicamente por tratarse acciones cotidianas o desconocidas. He aquí mi homenaje. Si no creéis que aún haya personas "asín", os propongo algunos ejemplos.


Equipo de gobierno municipal y vecinos de Torrelodones, Madrid
Me parece que, con la que está cayendo, aún tenemos que vivir en nuestras carnes eso de que otra forma de hacer las cosas es posible (es cursi, lo sé) porque si no, no se cree. En Torrelodones tomaron posesión de la alcaldía un grupo de vecinos de ideología indefinida e independiente, esto es: sin tendencias izquierdistas-derechistas, con el objetivo común del bien municipal. Punto final.
Decid todos "¡tecnócrataaaass!"
El primer acuerdo al que llegaron fue una bajada (¡!) conjunta de sueldos del 20%. Vivir para ver, amigos. Entre otras medidas, han suprimido gastos de protocolo o gabinete de prensa, logrando algunas de las promesas electorales en tiempo récord, especialmente las relacionadas con el gasto público. Ojo: alcanzando incluso un superávit de 3 millones de €. Animo a todo el mundo a documentarse en prensa sobre este tema. De verdad, de verdad: ojalá les salga bien. Mi humilde reflexión es: ¿será verdad eso de que los tecnócratas son la alternativa a los políticos actuales? Ahí os lo dejo. 


Vasili Arkhipov
Hace muy poco que hemos sabido de la existencia de este señor. Y parece que le debemos, nada menos, que el habernos librado de lo que pudo ser un conflicto armado a escala mundial, al evitar que el submarino de la OTAN del que era oficial disparase sus torpedos nucleares frente al bombardeo de los barcos destructores norteamericanos, en un enfrentamiento bélico que pudo desembocar en lo que hubiera sido la Tercera Guerra Mundial. Hablamos del año 1.962, es decir, la crisis de los misiles cubanos apuntando a EE.UU. en plena Guerra Fría.
Sólo se ha dicho de él «Un tipo llamado Vasili Arkhipov salvó al mundo».
 Había fallecido 3 años antes de estas declaraciones, fruto de la desclasificación de la documentación relacionada con este hecho. Podéis leer el artículo completo aquí.



Jueces honestos de España S.L.
Les he puesto lo de S.L. porque, evidentemente y como ya todos sabemos, es pero que muy limitado su número. Tanto, que sólo voy a citar dos casos. La jueza que investiga el caso de los ERE en Andalucía, Mercedes Alaya, y el juez del llamado ya Caso Urdangarín, que es en realidad parte de la trama Gürtel en Baleares, José Castro.
La primera, (siempre la vemos tan maja llegando a los juzgados con su trolley lleno de papeles para hacer el bien, que hasta el consejero de Justicia se ha fijado en ella), como sabéis investiga varios casos de chanchullos en Andalucía a través de la apertura de falsos e injustificados EREs
Ni Victoria Beckham llegando a Londres. ¡Arriba Mercedes!
No me voy a extender por lo que he contado de los contenedores en el primer párrafo. Pero parece que Mercedes está tirando de la manta, pero bien. Hasta Griñán y el mismísimo Chaves, the intouchable man, podrían declarar en este caso. No te digo más, que tiene una entrada en la Wikipedia (todo sea dicho: huele a mano negra pepera que echa p'atrás).


Al segundo, si pone un circo, le crecen los enanos. Si no conocéis las últimas novedades, leed aquí. Ya no sabe dónde meterse con tal de que lo dejen hacer su trabajo en paz. Entre la clase política, los medios de comunicación, la Audiencia Nacional, que al final no se queda con la patata caliente, y las filtraciones del caso, este hombre no sé cómo no pide baja por estrés. Pero parece que no tiene intención de parar.
De sus imágenes me quedo con la entrada a los juzgados mientras los ciudadanos de a pié lo aplaudían como a  un Aquiles en Troya (aunque debo reconocer que le guardo un resquemor gordo) 
¿Dónde habíamos traído la corona de laureles, Paco?
Me da lo mismo que éste sea su trabajo, y por tanto, su obligación. Es tan escaso el número de jueces justos, valga la redundancia (aunque yo no la veo por ningún lado), que se merecen un lugar en este humilde Olimpo de los súperhéroes de barrio.


Pipe Sarmiento
Este señor, que por su nombre no conoceréis ninguno (no os quiero contar lo que me ha costado a mí encontrarlo...), resulta que es el ejemplo más ilustrativo para mí de lo que es un Quijote de verdad. Se trata de un economista, abogado y periodista especializado en temas marítimos de profesión, y navegante por afición. Se dedicó a documentar ¡durante años! personalmente, gracias a sus propios  recursos y ante la vergonzosa pasividad del Estado Español, el expolio sistemático del pecio María de las Mercedes por parte de la empresa cazatesoros Odyssey. Algunas de las pruebas fueron aportadas gracias a esta labor. Fijo que el tema os suenaPipe llegó a la redacción de EL FARO en 2005 con un reportaje sobre la actividad de búsqueda arqueológica subacuática que una empresa norteamericana estaba realizando en aguas próximas a Gibraltar. Y lo demás ya lo conocéis. Ahora ha presentado su libro donde relata la empresa.




Reconozco que en este post ni son todos los que están, ni los que aquí aparecen siguen al pié de la letra la máxima de total desinterés. Al final puede que el mayor interés sea seguir nuestra propia conciencia, y pensando en nosotros mismos, obrar como con el objeto de vivir sin remordimientos. Pero oye, en los tiempos que corren, ¿qué más queréis?



lunes, 14 de mayo de 2012

Les premières dames (y otras políticas)

Siempre me han fascinado las mujeres francesas. Es verdad que es un tópico absurdo que siempre les precede eso de lo sensuales y mentalmente abiertas (mentalmeeeente, enfermos) que son. Pero para mí, es indudable que disfrutan de un glamour (vocablo galo) que otras ya quisiéramos.


Y no es por subestimar a las mujeres españolas. Ni a ninguna. Pero creo que aún no hemos cogido el puntillo a eso de ir con zapato bajo y un foulard a la compra, y tan "chic". No, todavía eso no se nos da bien del todo...


El porqué de este post viene de lejos. Hace tiempo ya, con las primeras primarias (¡uy, qué trabalenguas más tonto!) de Sarkozy, allá por el año 2.008, me llamó la ateción su rival: Segolene RoyaleY que nadie se me escandalice, porque todo el rato voy a estar haciendo juicios exclusivamente sobre el aspecto físico. Que está muy a la vista y no es pecado.



Segolene me encantó. Me pareció una mujer de mediana edad francamente atractiva. Es verdad que la elegancia no es su punto fuerte, sobre todo si la comparamos con otras, pero no me digáis que no tiene un aspecto de mujer fuerte y vulnerable a la vez. Podemos apreciar en Internet cómo su aspecto ha ido mejorando (asesorada, desde luego) con los años. Pero aún así, sigue pareciéndome que desprende frescura y no es tan artificial como otras mujeres dedicadas a la política.



Arreglá pero informal. ¡Perfecta!
El caso es que perdió aquellas primarias. Y no sólo eso. Su vida en pareja durante más de 20 años con François Hollande, y con 4 churumbeles en común, se vino a pique. La pintilla de Hollande en su día también llamó mi atención. Este hombre, a mi modo de ver, podría pasar perfectamente por ser el churrero del barrio si le quitas la corbata. Y sin embargo había dejado escapar a la sonriente y dulce Segolene ¡por una aventura! Venga, fijo que se lo inventó para no quedar como ese hombre calvo y cincuentón abandonado... Pero no.
No he sido mala y he cogido una foto de "señor interesante que piensa cosas profundísimas".
Aún así, no, no es ningún Adonis.
Bien. Después de Segolene, Cécilia llegó a mi vida. Cuando Sarkozy fue investido y ví a esa pedazo de señora a su lado, sacándole media cabeza y mirándolo con esos ojos más de gato que de mujer, pensé "poco jinete para tanta jaca". 


Aquí donde me veis he sido portada de Elle y la Pronto. Casi ná.


De hecho, y ya después de su separación, se supo que su relación matrimonial ya durante la campaña estaba rota, pero decidieron hacer el paripé al menos hasta la toma de poder de Nicolás. Y así fué. Cécilia no duró en el Elíseo ni dos telediarios. A las pocas semanas ya había puesto pies en polvorosa. Y fue un pena. Ésta es una de las historias de amor más románticas que he escuchado en política. Sarkozy casó a Cécilia con su primer marido cuando era alcalde de París. Parece que las parejas tenían cierta amistad, hasta que ambos se enamoraron. Y ella se operó la nariz. Pero da igual, Jackie Kennedy tampoco era bella. Y a interesante no le gana ninguna. ¡Y qué estilazo, por Dior!


Después llego Bruni. Es verdad que muchos la conocíamos ya por aquello de las pasarelas y bla, bla, bla. Nunca fue de mis favoritas, pero oye, mona es un rato. Carla Bruni es, para mí, una de esas mujeres que pasarían desapercibida si no fuera porque la tenemos en las revistas día sí, día también. No encuentro en ella ese glamour que veo en Cécilia, ni esa naturalidad aniñada y un poco torpe de Segolene. No obstante, tiene un cuerpo 10 y ha sido la única en procrear mientras ha durado el mandato de su cónyuge. Creo que tiene cierto mérito teniendo en cuenta que ese embarazo, prenda a prenda, va a ser criticado, alabado, y meticulosamente vivido por cada señora aburrida que esté interesada en estos menesteres. Son unas cuantas.
Éste lo pedí prestado a Loreto Valverde después de "Noche de Fiesta". Y tan  bien que me queda.
Es guapa, sí, pero... ese peinado... ¡uf! Que Romina Power ya hubo una. Y sus vestidos de gala tienen un aire viejuno. Casi parece que se le vayan cayendo las bolas de naftalina a su paso. Sin embargo eso no ha sido motivo suficiente para que los "Diez Minutos" de media Europa suspiren cada vez que se ponía una horquilla. Y seamos sinceros, tampoco está tan mal.


Pero es que ahora, ¡qué trajín para la Vogue!, tenemos nueva primera dama en Francia. Ella es Valérie Trierweiler (este nombre me va a costar recordarlo tres pares de narices), la nueva compañera sentimental de Hollande. Sí, sí, el anti-sexy ex marido de Segolene. Mirad qué pedazo de melena tan ondulada luce esta señora. Si lo hace ella con sus propias tenacillas, que le den un Ministerio pero ya.
No seré yo quien afirme que es la más guapa o la más joven. Pero sin tener la sofisticación de Cécilia, la edad de Carla, ni la sonrisa de Segolene, al final ha sido ella quien se ha llevado el gato al agua y será la Lulú, oui c'est moi de París esta legislatura. Y su estilo sencillo, en plan cara lavada, junto con sus curvilíneas formas (y no me refiero sólo a la melena), le dan una presencia que ya quisieran muchas.


Sí, ya me han dicho que aquí me parezco a Toni Collette.
¿Y qué pasa? Yo a François le veo su puntito. 

¡Vive la République de la France!

viernes, 27 de abril de 2012

Juan Carlos 0, elefante 1

Bien amigos. No voy a contaros de nuevo lo que todos sabemos ya. Nuestro querido monarca, más conocido como "Campechano I", Juan Carlos, el amigo de los niños, se nos ha roto una cadera. ¿Que a tu abuela le pasó lo mismo? Vale. Pero fijo que no sería cazando en Botswana. ¿Y dónde narices queda eso? Vaya usted a saber, pero debe de estar lejos de cojones cuando se estima que el viaje, más la licencia para cazar este tipo de animales (los más caros), ronda los 40.000 €. Vamos, nada que un rey como el nuestro no se pueda permitir.




Decir que este incidente ha desatado la polémica no es decir novedades. Os aconsejo que pongáis en Google algo tan simple como "Rey", "España", "caza". Vais a ver.
Tampoco sé qué opináis de la caza. Por supuesto yo tengo mi opinión, y muy clarita, sobre el tema. Pero no quiero ponerme petarda porque no es ésa la cuestión que quisiera tratar en este post. Sino más bien estudiar un poco el porqué de todo el revuelo que ha provocado algo que, a todas luces, no debería extrañarnos tanto. 


Ya conocíamos algo sobre estas actividades del rey cuando se filtró alguna noticia relacionada con un pobre oso ruso que podría haber sido abatido porque hubiera sido emborrachado previamente. Dejo las reflexiones para vosotros, que a mí me da la risa (es un decir). En realidad, aparte del que estaba más pedo que Alfredo, parece que el Rey presuntamente se cargó nada menos que 9 osos en total. ¡Nueve osos! ¡En una batida! ¿Pero qué tiene este hombre contra los pobres bichos?




Por otro lado, y como segundo motivo por el que no tendríamos que habernos quedado como una liebre a quien le dan las largas, es que todos conocemos las andanzas del Rey cuando se trata de sus inquietudes más lúdicas: navegar, las motos, comer bien. Todos hemos escuchado eso de "a tal sitio viene a comer el Rey". Es decir, que podemos dar datos concretos sobre este tipo de actividades, pero si se trata de sus obligaciones laborales, ¿qué sabemos de lo que hace? Esas imágenes donde le vemos firmar papeles en su despacho, todo concentrado leyéndose las leyes de pé a pá para no firmar donde no es... ¡parece todo de cartón piedra! Sólo sabemos decir al respecto lo de "es que en el 23F tuvo un papel importantísimo". Seguro que sí, yo no estaba. ¿Pero justifica eso que debamos mantener semejante tren de vida y el de toda su familia?


El caso es que todo lo ocurrido nos ha llevado a todos a una serie de reflexiones que (¡oh! ¡sorpresa en los telediarios!) parece ser hay quien no se había hecho nunca hasta ahora. Y voy a citar algunos de los artículos que he podido leer estos días.
¿Es Letizia la profesional de la Casa Real? ¿Debe renunciar la Corona a algunos de sus privilegios? ¿Se ha planteado alguien que quizá es hora de pensar en abdicar


Y otra cosa os digo: si pensáis que el Príncipe Felipe no va a seguir los pasos de su padre escondiéndose del populacho para, cuando nos dice una cosa, hacer la otra, es que no sabéis que cuando contrajo matrimonio supuestamente su despedida de solteros fue anulada como muestra de luto  por el atentado del 11-M. Sin embargo, y secretamente, se fueron a las Antillas, y después de cierto revuelo, se nos dijo que aquel viaje tan caro (igual que en este caso de Botswana), fue aparentemente pagado por un amigo con quien hacían negocios por el bien del país. El caso es que "de anularla, nasti, que ya tenemos la depilación hecha", digo yo que pensarían los novios.


Según todos los indicios la monarquía española "ha entrado en barrena" (cita literal del artículo de El Confidencial que recomiendo leáis, si no lo habéis hecho).


Lo peor de todo es que al final, como casi siempre que ha surgido el tema, los que cortan el bacalao se ocupan de desestimar cualquier tipo de intención de cuestionar todo este tinglao de la Corona poniendo cara de pócker y pulsando el botón rojo. Podréis entender de qué hablo leyendo este otro artículo.


Manifestación republicana del día 21 de Abril en Madrid. 
Podían leerse carteles como "La República es buena hasta para los elefantes"
"Urdangarín, a currar al Burger King".


Mis conclusiones son varias:
1. No se puede juzgar a alguien porque cace, o tenga otro tipo de afición que no podamos entender.
2. Dicho esto, que el Rey cace o no nos debería dar lo mismo, siempre y cuando no juegue a dobles haciendo cosas como apadrinar osos panda o presidir honoríficamente (ya estamos con el honor) una asociación pro derechos de los animales. ¿Qué pasa? ¿Será que él mismo sabe que no debe hacer público su gusto por la caza mayor? ¿Y que, sin embargo, hacerse fotos con Chu-Lin está muy bien visto? Uyuyuyuy... cómo huele esto a manipulación de la opinión públicaaaaa. ¡Pero si a él no hay que votarle! ¿no?....
3. El Rey firma leyes. Aparentemente es una de sus funciones principales. Qué cansado ¿no? En fin, el caso es que si ni siquiera para eso hace falta su presencia, ¿por qué le pagamos un sueldo? 
4. Cuando sabemos por los medios que el Rey no ha acudido a un acto u otro, y lo suponemos, por tanto, en su despacho de atrezzo firmando leyes (o lo que sea que firme), resulta que posiblemente se encuentre en algún lugar del globo cazando, o dedicándose a vete tú a saber qué otros hobbies/ actividades lúdicas. 
5. Y otra cosilla que me da a mí por pensar es (y esto es una reflexión absolutamente personal)... que a pesar de todo lo que les aporta la monarquía a la Familia Real, - económicamente y a nivel de relevancia política -, me da a mí que con toda probabilidad, esta Familia no vive exclusivamente de ejercer sus cargos. Amén de sus emolumentos (llamarlo a esto nómina sería de coña), matenimiento de sus residencias, vestuario, personal, seguridad, etc. sospecho  que lo que de verdad merece la pena aquí, la tajada más gorda de todo esto, se la llevan estableciendo relaciones pero que muy beneficiosas para sus intereses personales. Y si no es así, ¿qué hacían el mismísimo Rey y la Infanta Cristina intercediendo para que el yernísimo consiguiera colocar sus negocietes en cualquier empresa, pública o privada?


En resumidas cuentas: lo que yo digo es que personalmente no estoy dispuesta a que me vendan más esta moto. Quiero decir que si es cierto que las obligaciones del Rey son tantas que compensan el gasto, entonces estupendo. Pero aparentemente esto no parece ser así, y no obstante por todos lados se empeñan en convencernos de lo contrario. i es tan necesario: ¿por qué ese empeño en justificarnos cuánto trabaja por este país?! ¿Alguien lo entiende? ¿Es o no es mosqueante? ¿Nos irá de verdad mejor con la República? ¿Y si al final resulta que no hubiera diferencias? ¿Pero quéee invento es ésteeeee?


domingo, 22 de abril de 2012

La casa te envejece

Queridos amigos... Ay de vosotros si pensáis que sois gente guay, treintañeros molones que surfeáis por la edad crítica que algunos consideran "los nuevos veinte" (¿¡serán pánfilos?!), pero que es posible que ya tengáis algún callo por ahí dando por culo, canas al viento en aquellas melenas que un día fueron grunjes, y necesitáis gafas para ver vuestras series favoritas; por supuesto, gafa-pastas, que tenemos un estilo (oh yeah!).


Pues si os enmarcáis en este tipo de gente "moderna" pero ya hace tiempo que os habéis independizado... no os engañéis. ¡Cuidado!: porque tu casa te hace viejo.
No es país para am@s de casa, amigos, porque hay varios detalles que nos hacen darnos de bruces con la realidad de una manera pasmante. Más que todas las canas y todos los callos juntos. Voy a comentaros algunas de las cosas de las que he venido dándome cuenta (por supuesto, en el más humillante de los silencios) de un tiempo a esta parte.


Mosquéate cuando sepas cómo quitar tus propias manchas conflictivas. Si te ves sorprendido en algún momento de tu vida poniendo aquella mini tan chula en remojo en vinagre, es todo un signo de que los tiempos han cambiado. No te digo nada si te atreves a aconsejar a alguien sobre cómo quitar SUS propias manchas. Entonces ya no hay nada que hacer y es mejor asumir que te haces viejuno. Eso, y que eres todo un marujón.


Otra cuestión infalible para calibrar cómo eres de joven y moderno: tiras tu propia basura. Y ojo, no vale únicamente con este detalle, sino que es importante que consideres que tirar la basura es vital para la marcha del día. Cuántas veces no habremos bajado acelerados las escaleras de casa un sábado noche mientras tu madre te pedía desde el descansillo que bajaras también la basura. Y a quién le importaba entonces que aquella bolsa estuviera dentro o fuera de casa esa noche. A tí no. Tú estabas pensando en cuántos minis os íbais a pimplar, por ejemplo, en el maravilloso Santu. Pero ahora la cosa ha cambiado y eres tú el principal beneficiado cuando esa bolsa se encuentra fuera de casa. Fuera. Out. Lejos de mi vista. Si hace falta te pones la bata en un momentín y haces el viaje en plan súperexpress, con tal de que no haga noche en tu cubo.


Otro detalle que no hay que pasar por alto: limpias la nevera. Hace unos años te hubieras planteado más bien "ah, ¿pero eso se limpia?". Efectivamente. Aún no las hay pirolíticas, lo que significa que de cuando en cuando, ¡¡TACHAAAN!! te encuentras limpiando tu propia nevera. Quién lo hubiera dicho: hay que ver  además cuánto curro supone eso. Y, en realidad, tomad lo de la nevera como metáfora (¿?) de todas las cosas que (¡oh, sopresa!) no se limpian solas. Me estoy refiriendo al agua del cubo de la fregona, los resquicios en el cajón de los cubiertos, las cortinas, la funda del colchón, el filtro del aspirador, ¡el polvo de las bombillas!... ¡¡Es que todo requiere de un mantenimiento!!. Y no lo hacen los gnomos que se llevaban por las noches los calzoncillos en South Park. Imaginad, sería todo un puntazo:
♪♪ "lo que queremos es muy sencillo: cambiar el agua al cubo de tu fregooonaaa" ♪♪






Otra de las cosas que nos hacen sentirnos súper jóvenes y acaba por ser algo triste no es ni más ni menos que tomarte los copazos en casa. No te digo nada, y te lo digo todo.
Luego vas al curro fardando con los compañeros y diciendo, "no, es que el sábado me tomé unas copas"... Por supuesto UNAS, sin indicar un número concreto. Y mucho menos dar detalles acerca de que te las tomaste sentado en el sofá de casa mientras ves la peli del sábado noche y dando alguna cabezada. Planazo donde los haya. A lo mejor ni te terminaste el vaso y se te derritió el hielo (ojo: que a mí no me pasa). Eso sí, para todo hay que tener un nivel. Estas copas, bajo ningún concepto has de tomarlas en la banqueta de tu cocina, y mucho menos (esto sí que es deprimente) SIN alcohol. Eso ¡jamás!


Y por último, pero no menos importante, esa frase que hasta hace bien poco solamente hemos escuchado en bocas de señoras/ es en mercadillos varios, personas con el monedero al sobaco, sosteniendo en una mano el asa del carro de la compra, y diciendo a voz en grito con toda la autoridad que le otorga este uniforme mientras le piden dos kilos de tomates al tendero: "¡pero dámelos buenos, ¿eh?!" 


Querido lector: si te has visto últimamente en alguna de estas situaciones, te invito a pensar con el corazón en la mano en qué te has convertido.

miércoles, 11 de abril de 2012

Uno de esos días

Me juego el cuello a que todo el mundo sabe a qué tipo de días me refiero. Ya cuando eres consciente de que perteneces al género femenino te hueles que tú vas a vivir más de días de estos que nuestros compañeros de partida que son los tíos. Ya lo dicen los estudios que elaboran las personas que son más listas que los demás: las mujeres somos una bomba de relojería en cuestiones emocionales. Es ago que los tíos no entenderán jamás. Ni siquiera Punset.


No voy a descubrirle a nadie nada si digo que la personalidad es algo que nos lleva a sentir más intensamente ciertas cosas o situaciones. Pero no es el único factor determinante. La personalidad nos ayuda a saber quiénes somos, pero existen muchos otros factores que inciden en el comportamiento humano. Es decir, el comportamiento no es una simple consecuencia de instintos o impulsos. Es mucho más. Se puede asegurar que todas y cada una de las acciones que una persona realiza responden a diversos factores. Las chicas sabemos de esto.


Y no quiero referirme al sobadisimo tema de "¿estás en esos días verdad?". No importa que sea verdad. Esa afirmación (casi siempre acompañada de una mirada condescendiente o reprobatoria, depende del momento y del tío en cuestión) casi siempre despierta en nosotras instintos asesinos, así que dejo claro desde ya que ese factor no es del que estoy hablando aquí.
La afectividad es un componente importante de la persona humana. Los componentes afectivos matizan las vivencias de cada persona y las hacen únicas e irrepetibles, incluso para sí mismo. No quiero ponerme empalagosa, pero es que hoy... es uno de esos días. Uno de mis sueños dorados es que alguno de estos días queme cogen atravesada y sentimental a más no poder, me pueda quedar en la cama de un hotel sin salir ni ver a nadie. Ya ves tú, para ser un sueño dorado lo patético que es.


Eliminar las emociones y sentimientos es un error. Con ello empobreceríamos la vida propia y la de los demás. Le estaríamos diciendo "NO" a nuestra naturaleza humana. La afectividad y la emotividad son elementos propios del ser humano, querer eliminarlos es mutilarnos a nosotros mismos. Pero lo importante saber manejarlos. Aquí es donde a veces cojeamos un poco (yo, con las dos piernas). Un incidente con una persiana me ha dejado en este estado, no digo más. Y no es coña (¡ojalá!).


Porque, qué queréis que os diga, no es que yo tenga como meta acabar siendo una estatua griega, pero vaya, que algunas veces termino un poco cansada de este tipo de experiencias emocionales que la dejan a una hecha un trapo, arrastrada por los rincones, y pensando profundidades acerca de la vida que llevamos, si nos comportamos bien o mal, y si somos o no felices con nosotros mismos. Es muy cansado, oye. Esto a Paulo Coelho le da de comer, pero personalmente con un bajoncete al año voy sobrada.


Menos mal que siempre nos quedará la música para acompañarnos en lo más hortera del sentimentalismo en que nos convertimos a veces. Y como muestra, subo aquí un tema de los que mejor describen lo que quiero decir con este post, sin que le suba el azúcar a nadie.

domingo, 18 de marzo de 2012

La indignidad

Estos últimos meses están sucediendo una serie de cosas que me están haciendo pensar en cómo es el ser humano. Sí, amigos, una también tiene sus profundidades, y me he dado cuenta de que estoy ciertamente harta de escuchar según qué terminos en los medios de comunicación. Indignada es una palabra que a estas alturas se me queda corta.
No hace mucho hemos sabido que el Presidente de Alemania, Christian Wulff, ha metido la mano donde no debía, haciéndose así con un dinerillo que no le correspondía, amén de beneficiarse de su cargo para conseguir mejores condiciones para, por ejemplo, comprarse una casa. Total, ese ya mítico "quítame allá esos euros" a los que nos tienen tan acostumbrados en nuestra querida España. Os he puesto a lo largo de este post, como muestra, algunas de las noticias relacionadas con estos hechos que han visto últimamente la luz.
Lo bueno viene ahora: como es de pura lógica en un país normal, a este señor se le ha destituido (aunque le han permitido hacer ver que ha dimitido motu proprio). El caso es que, para que no se diga, se le ha organizado una especie de despedida institucional con (casi) todos los honores, que ha resultado ser un rotundo fracaso porque han decidido no rendirle homenaje cientos de invitados, entre ellos algunos de los ministros de la señora Merkel. Y decirle que no a Merkel no es moco de pavo. Que se lo digan a los griegos. O a nosotros mismos.

Como podréis suponer, el hecho de que este señor sea un chorizo me parece profundamente indigno. Pero que gran parte de la plana mayor decida plantarle cara y dejarse de homenajes ridículos por inmerecidos, me parece algo digno. Y poco visto aquí, desde luego. No estamos muy acostumbrados a ver este tipo de manifestaciones públicas los españoles.
No digo que los alemanes sean más dignos que nosotros, qué va. Qué dirían de mí todos los patriotas... Pero eso de España, camisa blanca... ¡camisa de mugre, diría yo!

El problema es que estamos demasiado acostumbrados a que nos roben. Alguien pensará que eso no es posible, pero yo digo que sí: es una actitud.

Veamos otros casos nacionales: Camps y su especie de remisión política y social con aquel espectáculo de "taller de teatro" que fue su juicio. El caso es que quedó sobradamente demostrado que este señor, junto con Costa, se habían estado beneficiando de los contactos que mantenían con la trama Gürtel, donde se llamaban "amiguito del alma" o "te quiero un huevo", entre otras lindezas. Sin embargo, al no quedar suficientemente probado el regalo de los trajes de las narices, Camps y compañía fueron declarados no culpables. ¿Alguien cree que este señor va con la cabeza gacha por las calles de V
Valencia? Pues ni mucho menos; ahora nuestro querido ex-president se dedica a proclamar a los cuatro vientos (o a quien quiera escucharle) que la Justicia ha hablado, y que quiénes éramos los demás para cuestionar su honorabilidad. Así que, otra vez andamos a vueltas con las dignidades. Eso que parece que tienen todos los presuntos chorizos, menos los que vivimos de nuestra nómina, para que nos entendamos. Podéis disfrutar de algunas de estas perlas en este vídeo.



También el yernísimo, osea Iñaki Urdangarín, ha echado mano de su honorabilidad para defenderse y que todos veamos qué pobre víctima ha resultado ser de todo el tinglado que se le ha venido encima con el caso Noos. Pobre... A mí me parece muy digna esta actitud, pero ¿alguien piensa que quedará algo de digno en las actitudes que tendremos que ver en el caso de que finalmente se confirme que había algo sucio en sus gestiones? No voy a cuestionar a la Justicia, Dios me libre, lo que quiero es demostrar que en España no hay ni una pizca de vergüenza torera para este tipo de personas (presuntamente) ladronas de lo nuestro. No sé, quizá me equivoque y todo quede en que este señor y su familia no vuelvan a Palma y terminen todos con un súper contrato en alguna multinacional española, ganando un dineral (ojo: 1,4 millones de €) y con casoplón pagado por la misma.


  

Para terminar con el tema éste de la dignidad, voy a mencionar otros dos casos, paralelos en actitudes a mi modo de ver. En primer lugar porque (casualidades de la vida) se trata de dos empresas gestionadas o financiadas de alguna forma por empresas/ dinero público: Invercaria y la CAM (Caja de Ahorros del Mediterráneo).

En la primera, parece que unas grabaciones de algunas conversaciones de su presidenta, Laura Gómez, podrían hacer sospechar que hay gato encerrado con la manipulación de algunos informes con el objeto de llevárselo calentito. De hecho, se trataba de una empresa pública con una gestión más que sospechosa antes de salir a la luz el caso de las escuchas. Hablo de agujeros de millones de euros. Pues bien, Invercaria ha presentado una demanda por intromisión en el honor, contándonos a todos aquello tan trillado ya de "la campaña de desprestigio". Joder, ¿es que nadie se limita a agachar la cabeza, dimitr, admitir que le han pillado con las manos en la masa? ¿En esta poca desvergüenza se va a convertir la presunción de inocencia?

En el caso de la CAM, también podemos hablar de agujeros y de dinero público. Y como en el caso anterior, a pesar de que parece de sobra constatado que sus directivos se dedicaron a dejar la entidad seca a la vez que se cubrían los riñones con jubilaciones millonarias, la que fue presidenta de la Caja, María Dolores Amorós, demandó a la propia CAM por despido improcedente. Nada menos que por 10 millones.

Que cada cual haga sus propias valoraciones. Pero es que aquí parece que si no te sale la dignidad por los poros cuando te pillan en pleno desfalco, es que no eres un español como es debido. Con razón los indignados somos nosotros.

viernes, 2 de marzo de 2012

Too fast too furious! (para ser un colibrí)

¿Aguien se ha fijado ya en que nuestras percepciones de la vida, del mundo en general, al volante no son las mismas que como meros peatones? ¿Ya hay filósofos que hayan tratado este tema? ¿Punset le ha dedicado algún programa? No sé explicarlo mejor, pero llevo unos días dándole vueltas a todas las cosas que he vivido como conductora y no sé, no creo que sean actitudes y situaciones personales. Que me pasan cosas raras, vale; pero seguro que las que voy a relatar aquí os resultan familiares a más de uno.

El otro día yendo yo a trabajar (con los ojos hinchados de sueño pero desde luego pintados), me situo como siempre en la fila del mogollón de coches esperando a bajar las curvas que me permiten tomar la Nacional. Estoy harta de ver cómo los coches nos pegamos los unos a los otros con la intención de meternos presión y darnos brillo; o simplemente por no hacer eterna la fila de coches que aún siguen esperando incorporarse... El caso es que hace algunos días voy detrás de un pedazo de Audi. Yo mantenía con él más o menos la distancia que el de atrás mantenía conmigo. Cuando veo que empieza a gesticular y hacerse el macarra desde su retrovisor. Se ve que le parecía que las luces de mi coche podían rayarle (con rayos X, sería) la carrocería de su pijomóvil. Ni que decir tiene que el mío es una carraca. Pero al caso: no sólo se me pone farruco, sino que además comienza a dar pequeños frenazos con la intención de tenerme a mí, a y los 35 coches que me siguen, atentos a su jugada. Al llegar a la rotonda -el final del infierno de la espera para todos - pegó un acelerón tipo Too Fast too Furious y me pasó dejándome en una nube de polvo. La venganza final.

Todos nos volvemos más irascibles al volante. No hace mucho me comentaron que un amigo iba en coche con su hermano, y que siendo éste el que conducía, al ser víctima de una pirula, se puso a hacer giros en el aire con el cable de un cargador de móvil. Mi amigo alucinó tanto con su hermano que le pidió parar. Imaginad un cargardor de móvil siendo girado en el aire por tu hermano al más puro estilo Búfalo Bill mientras tú apartas la cara para salvar la vida... P'abernos matao.


Lo más curioso de esto es que no es sólo la actitud lo que cambia, como decía antes: también la percepción. El otro conductor siempre es el malo. Invariablemente. ¿Creéis que yo no me acuerdo de los muertos del conductor que pone su coche a pocos centímetros por detrás del mío? ¡Qué agobio, por favor!

Incluso cuando somos conscientes de que la culpa de lo sucedido ha sido nuestra, siempre terminamos por culpar en gran medida a los otros conductores por lo que sea. A toro pasao si hace falta.

Os cuento otro ejemplo: otro día me crucé en medio de dos carriles pensando que se me cerraba un semáforo. Como podéis suponer, el semáforo en cuestión se cerró, y yo me quedé con toda mi dignidad y mis ojos hinchados (pero maquillados) en medio de varios montones de coches pitándome y personas mirándome con odio desde los dos sentidos. Yo hacía como que la cosa no iba conmigo y puse mi mejor cara de estatua griega, pero cuál es mi sorpresa cuando veo que me pasa un coche familiar donde su conductor me hace una pitada que no se la salta un gitano, y según avanza ¡¡me regaña también su hija que iba en el asiento de atrás!! Me puso una cara de "ya te vale" y hasta me señalaba con el dedo... Me dejó mal, la asquerosa. Total, que me faltó poco para bajarme y ponerme chula con el padre de la criatura. Que sí, yo había sido la que se cruzó los carriles, pero su hija es una marisabidilla que me dejó con ganas de decirle ¡ESTO ES ESPARTA!



Y es que hay actitudes que sólo te explicas porque estás al volante. Nunca he sido muy fan de los taxistas, pero es que... imaginad trabajar diez horas al volante en una ciudad como Madrid. Para acabar con tics nerviosos la jornada laboral, como poco.

Otro día, ya peatonalmente hablando, estaba con un amigo a la puerta de un edificio. Yo subí y mi amigo esperaba, pero cuando bajé me contó sorprendido que una motocicleta le había pasado muy cerca y cada vez más despacio. Cuando estuvo a su altura, la chica que iba montada atrás le alargó una pierna con intención de vete a saber qué. Yo supuse que de darle una patada, lo menos. El pobre, como encima era buenísima persona, entendió que el motorista y compañía lo conocían de algo, y no habían terminado de pasarle al ras cuando mi amigo se puso en medio de la carretera a decirles adiós con la mano (¿?). Qué indefensión tan grande la de ser peatón y bienpensado al mismo tiempo. Seguro que si eso mismo le pasa mientras conduce, arde Troya.

¿Por qué nos volvemos tan malas personas al volante?

Como habéis visto, los motoristas y otros centauros de las Vespas tampoco son bendecidos con el don de la paciencia en lo que a actitudes viales se refiere. Por algo algunos se hacen llamar Ángeles, sí ¡pero del infierno!  En otra ocasión, y ya termino con esta anécdota (aunque podría seguir), iba camino de casa cuando una motocicleta me adelantó, el motero se giró totalmente hacia mí diciéndome a voces "¡puta!, ¡putaaaa!". No digo que yo no hubiera hecho algo mal previamente. Pero imaginad mi cara: sin poder dejar de mirar hacia delante, viéndole todo el rato la cara y oyendo claramente los gritos a pleno pulmón (ojo: que yo llevaba mi radio puesta). Yo sólo pensaba que se iba a empotrar contra el coche de delante por mirarme a mí fijamente mientras me insultaba. ¿Y qué le digo yo a los atestados si me preguntan por sus últimas palabras?


 Total, que lo tengo asumido. Hoy he leído en algún sitio que el tiempo no es el que hace fuera, sino el que llevamos con nosotros dentro del coche. Debe ser una especie de laboratorio de doctor Jekyll y mister Hyde. O como el escenario de Lluvia de Estrellas, donde entras por una puerta, sale una nube de humo y a saber en quién te has convertido.